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Latidos ancestrales en tiempos modernos.
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Hablando con mi amigo Joaquín —a quien presenté en mi entrada El viaje es hacia dentro — sobre lo que había escrito en mi blog acerca de la Luna Fría y su llamado a cerrar etapas y a soltar lo que ya no sirve, me dijo con una sonrisa: “ Sandrica, pero el año no siempre ha tenido doce meses, ni ha terminado en diciembre ”. Su comentario me hizo pensar que aunque vivamos con un calendario fijo, nuestro cuerpo y nuestro ánimo siguen respondiendo a ritmos más antiguos. Somos parte de un pulso ancestral en este mundo moderno que parece apresurarlo todo. Culturas antiguas, como las mesopotámicas, egipcias y celtas medían el tiempo por lunas y estaciones. Esto significaba que el “inicio” o “fin” del año no estaba fijo, sino que dependía de fenómenos naturales como la cosecha, el solsticio o la última luna del ciclo. Los celtas, por ejemplo, tenían un calendario lunar de 13 lunas, con festivales que marcaban los cambios de estación. Para ellos, el año no terminaba en diciembr...
Muchísimas Felicidades Jorge Emanuel.
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Hoy es el cumpleaños de aquella persona de la que os hablé en mi entrada De luna a luna, con quien compartí septiembre y posiblemente no vuelva a ver. Desde donde me lea, le envío mi felicitación y mis mejores deseos, con toda la energía que puedo ofrecer. De alguna manera, esta Luna llena parece acompañar la sensación de remate del año. No solo coincide con el perigeo lunar —el momento en que la Luna se acerca más a la Tierra y se convierte en una Superluna—, sino que también ocurre durante un standstill lunar mayor, el punto del ciclo de 18'6 años en el que alcanza sus declinaciones más extremas. Desde el hemisferio norte, se eleva más alta de lo habitual en su culminación. Es conocida en muchas tradiciones como la Luna Fría o la Luna de las Noches Largas. Llega en el periodo más oscuro del año, cuando la naturaleza se recoge y el invierno invita a la interioridad. Nuestros ancestros no necesitaban calendarios para intuir que este es un tiempo de conclusión, de recogimien...
25-11-25.
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Entre hojas y flores marchitas, reflexiono sobre cuánto nos aferramos a los momentos impuestos para recordar lo que realmente importa. Nos apoyamos en los calendarios para cumplir con lo que la sociedad considera “obligatorio”. Y sin embargo, la vida transcurre cada día, silenciosa y fugaz, mientras nosotros esperamos la hora prevista para hacer aquello que podríamos haber hecho hace tiempo. He ido al cementerio y, apenas un mes después del Día de Todos los Santos, pocos se han acordado de recoger las flores que pusieron que ya están secas o las macetas que no han regado y han acabado por morir. Como suele ocurrir, seguimos la ruta que la sociedad nos marca: señalan una fecha, cumplimos con ella… y luego nos olvidamos. Me pregunto por qué acudimos al cementerio solo ese día, como si una visita al año pudiera sostener recuerdos o un vínculo que fue importante. ¿Hay algo de falsedad —o quizá de autoengaño— en esa rutina? Preparar la lápida unos días antes, poner flores y no volver h...
El cuerpo sabe lo que la mente aún no se ha dado cuenta.
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Me encantan los cuerpos y conocer el que habito. A veces, cuando lo digo, noto que quienes me escuchan pueden interpretar mi comentario desde una perspectiva superficial, incluso con connotaciones lascivas, pero mi fascinación va mucho más allá. Posiblemente mi pasión por los cuerpos provenga de la trayectoria como bailarina profesional y de un trabajo que me permite observar cada día cuerpos diferentes y aprender de ellos. En mis clases se ven cosas alucinantes, como la relación entre la forma de moverse y los pensamientos: cuando nos movemos reflejamos emociones que llevamos dentro. El cuerpo es el marcador somático. Tengo una hipótesis acerca de que los movimientos rígidos suelen acompañar a pensamientos rígidos y los movimientos fluidos a pensamientos más flexibles, posturas “abierta/expansiva” frente a posturas “cerrada/contracta”. Cada pensamiento repetido deja su huella en nuestro cuerpo. La mente y el cuerpo están conectados de manera que lo que sentimos y pensamos s...
Pequeños pensamientos, grandes cambios.
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En la entrada anterior hablábamos de cómo la visualización y la conciencia moldean nuestro mundo: cómo la energía, los pensamientos y la intención influyen en la realidad que vivimos. Quiero mostrarles dos experimentos fascinantes que lo ilustran de manera sorprendente. El primero es de Masaru Emoto, en su estudio Los mensajes del agua observó cómo el agua reacciona a nuestras emociones, palabras y música. Colocaba gotas de agua en distintos frascos, las exponía a diferentes palabras o melodías, las congelaba y luego las observaba al microscopio. Lo que descubrió fue asombroso: las palabras y emociones positivas producían cristales armoniosos y bellos, mientras que las negativas generaban formas caóticas y distorsionadas, aunque estos hallazgos han sido objeto de debate en la comunidad científica. Le dije a mi sobrina: —Nuestro cuerpo es casi un 70% agua. Al igual que cuando riegas una planta con amor crece mejor que otra a la que insultas, los pensamientos y emociones afect...
El poder de la visualización.
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Hoy, 24/10/24, quiero compartirles que esta semana mi sobrina me preguntó por qué le digo que vaya descalza sobre la tierra y la arena. Le expliqué que somos energía, y que caminar descalzos es una forma de conectar nuestro cuerpo con la carga eléctrica natural de la Tierra. Al tocarla con la piel, nuestro cuerpo absorbe electrones y equilibra su energía. —¿Sabes lo que es un electrón? —le pregunté. —No, Tata. —Pues es como una pequeñísima bolita de electricidad que se mueve alrededor de algo llamado átomo. Los electrones nos ayudan a producir energía vital, la energía de la vida, porque cariño, todo es energía y nosotros también. Como decía Albert Einstein: “ Todo es energía y eso es todo lo que hay ”. La energía sostiene el universo. Somos pura energía, y por eso es importante orientarla hacia el lugar correcto. La biofísica cuántica nos ayuda a comprender cómo el ser humano puede influir en su propia realidad. Nuestros pensamientos son frecuencias, ondas que impactan sobre nuestra b...