Luces bajas, sueños altos.
Dormir es
una actividad necesaria ya que durante la misma se producen funciones
fisiológicas indispensables para el equilibrio psíquico y físico. Lo que explico a groso modo en mi
página web en la sección de mejora tu vida.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca del 40% de la
población global duerme mal y sufre algún tipo de trastorno del sueño, solo 5% de
las personas consulta al médico por esta causa.
La Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que el
48% de la población adulta española y el 25% de la población infantil no tiene
un sueño de calidad. Al menos un 50% de la población tiene problemas para
conciliar el sueño y un 32% se despierta con la sensación de no haber tenido un
sueño reparador.
Antes o después en algún momento de nuestra vida vamos a tener algún problema con el sueño y no lo pasaremos bien porque dormir
es muy importante para nuestra salud física y emocional. Al fin de al cabo, todos
sabemos que es una noche de dormir mal y no soportarse ni a uno mismo al día siguiente,
no sólo los niños se ponen inaguantables cuando no duermen.
Si usted es una de estas personas que tiene dificultades
para conciliar el sueño o mantenerlo, hay que solucionarlo. Si tiene claro que
viaja conmigo en el camino hacia el bienestar, imagino que ya se ha puesto manos
a la obra con optimizar su entorno, se ha comprometido con el ejercicio físico
y está prestando atención a su alimentación. Estos hábitos ya deberían de
haberle facilitado el sueño si no lo lograremos cuando empecemos con la
respiración, que será la próxima entrada de este blog. Recuerde que la
disciplina es una muestra de amor propio y que hay que pasar a la acción.
Le animo a que adopte estos rituales. Por la noche, evitar
luces potentes y blancas por encima de nuestra cabeza, intentar tener luces
bajas, indirectas, de color amarillento o rojo, encienda velas y si tiene la
suerte de tener chimenea póngala en marcha. Durante miles de años nos hemos
iluminado con el fuego cuando caía el sol.
Quiero pensar que si me ha acompañado hasta aquí, ya ha empezado a hacer ejercicio físico. Si puede hágalo por la mañana, si no intente hacerlo tres o cuatro horas antes de irse a la cama. Igualmente, las cenas temprano y ligeras.
Es ideal mantener horarios regulares, lo que supone un
problema para las personas que trabajan por turnos o viajan. Quienes saben lo
duro que es, lo que altera a su descanso y puede influir en su bienestar.
Antes de dormir, olvídese de pantallas que emitan luz
azul porque interfiere en la liberación de melatonina. Además de alterar
nuestro reloj biológico, trastornan nuestro estado de ánimo si lo hacemos de
forma repetida. Es un error, no poder
dormir o desvelarse y coger el móvil, la Tablet o poner la televisión, tiene
que encontrar otro tipo de entretenimiento más relajante como puede ser leer un
libro o practicar la respiración consciente. Tampoco es solución, levantarse y
abrir el frigorífico o comer algo dulce. Ni que decir tiene, que si no puede
dormir ha de abandonar la cafeína y otras bebidas estimulantes, de lo que también
hablaremos más adelante. Tómese algo caliente antes de irse a la cama como una infusión
de tila, pasiflora, hierba luisa o melisa.
En presencia de la paz mental, cuando estamos bien con nosotros mismos, dormir es más fácil y gratificante.
"La buena conciencia es la mejor almohada para dormir". Sócrates.
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