Estamos de viaje, cada momento cuenta.
Tras la pausa del verano, llegan los nuevos comienzos . Desde la última vez que escribí, seguramente hemos tenido momentos de reflexiones, ajetreo, vacaciones y trabajo. En estos días he conocido a muchas personas y, como siempre que viajo, me descubro observando en aeropuertos, paradas de autobús y en las vías del tren o del metro. Entonces recuerdo la metáfora que se me hace muy presente cuando salgo de mi zona de confort: para mí, la vida es un viaje de ida . Como en cualquier travesía, hay días de sol y de lluvia, momentos a tiempo y retrasos, caminos despejados y obstáculos que nos ponen a prueba. A lo que más importancia doy es a mis compañeros de trayecto, que afortunadamente, en la mayoría de los casos se pueden tanto elegir como evadir. Algunos se darán un paseo y otros harán un viaje corto o largo, nadie lo sabe. Unos se despiden antes, otros después y un día nos toca a nosotros. Lo que tenemos en común es que empezamos este viaje de la mano de nuestro...