Felicidades a los Pablos, a los Pedros y a la Selección Española!!

He celebrado San Pablo y San Pedro como si fuera Pabla Petra, jajaja! y para culminar el fin de semana España se ha clasificado para los cuartos de final de la Eurocopa. Los goles de Rodrigo Hernández, Fabián Ruiz, Nico Williams y Dani Olmo nos han llevado a una victoria de 4-1 contra Georgia en octavos de final, levantando un resultado adverso tras el gol inicial de Robin Le Normand en propia puerta. ¡Estamos entre las ocho mejores selecciones del campeonato europeo de la UEFA!

Quizás piensen que para celebrar se necesita gastar y les aseguro que para celebrar lo único que se necesita es voluntad. Hay que vivir en el Ser y no en el tener, recordemos la entrada de Trazando el camino del Ser: reflexiones personales para una vida auténtica y plena. Tengo claro que pronto he de atreverme a hacer videos, descargarme algunas redes sociales y compartir pensamientos que considero importantes; aunque muchos ya los sabemos, de vez en cuando un recordatorio no viene mal.

Estos días estoy en la playa de mi infancia, un lugar lleno de recuerdos y personas conocidas. Lo mismo ocurre en Semana Santa, hay una procesión que me reencuentra con mis compañeros del colegio una vez al año. Las rondas de preguntas no me entusiasman, pero entiendo que es normal, especialmente entre personas que conocemos mucho tiempo y las vemos poco.

Llevamos en nuestro ADN el ciclo de la vida: nacer, crecer, reproducirse y morir. Por eso, cuando mis vecinos me preguntan cuándo voy a ir a la playa acompañada o directamente me dicen que se me está pasando el arroz, que a este ritmo mis padres no van a conocer a sus nietos y que mi perro no va a durar toda la vida, comprendo lo que me quieren decir y sé que sus comentarios nacen del cariño.

Cada persona elige su camino en la vida, y todas las decisiones son válidas. Algunos encuentran la felicidad sin descendencia o pareja, mientras que otros, como yo, tienen diferentes aspiraciones. Pero si la vida no sigue el plan que imaginamos, ¿qué podemos hacer? Todo depende de nuestra perspectiva: ver el vaso medio lleno o medio vacío.

Siempre he dicho que cuando uno se siente solo estando solo, es porque está en mala compañía y debe hacer cambios hasta sentirse bien acompañado por uno mismo. Antes, la soledad era un martirio para mí y ahora la considero un regalo. Me refiero a la soledad elegida, ya que la soledad impuesta es harina de otro costal. He aprendido a nutrir mi soledad y a sentirme muy a gusto con ella, aunque he de decir que todo es más fácil con mi querido perro, mi fiel compañero.

Lo importante es disfrutar del camino ya que no sabemos cuánto de largo será. Qué menos que andar con alegría sobre nuestros pasos, sin importar si alguien nos acompaña de la mano. La vida es lo que decidamos hacer con ella.

Aproveche cada día como si no quedase mañana.