Sandra
Cuando decidí hacer un blog estuve leyendo que había ciertos pasos a seguir: elegir un tema, investigarlo, definir la audiencia, crear un diseño atractivo, etc. Lo que para mí es una auténtica locura porque estoy completamente despegada de la era digital en la que vivimos.
Soy de mandar cartas y no emails, no tengo redes sociales y quiero dejar huella de alguna manera en este mundo ¿cómo lograrlo si lo único que sé es que tengo un mensaje que compartir? Pasando a la acción.
En pleno siglo XXI el correo ordinario parece obsoleto así que me siento como pulpo en un garaje cada vez que estoy delante de un ordenador o cualquier tipo de pantalla. Incluso me genera estrés y ansiedad, pero no voy a enfrentar mi último cerrar de ojos con el arrepentimiento de no haberlo intentado. No quiero marcharme sin dejar estela. Por eso, estoy haciendo un esfuerzo enorme.
He dado el primer paso creando mi página web sin tener ni idea de cómo hacerlo. Esto ha requerido ver incontables videos, familiarizarme con términos como plataforma, dominio, hosting y un sinfín de nombres desconocidos para mí, también estoy aprendiendo a pedir ayuda.
En este viaje, no podría haber avanzado sin el apoyo incondicional de mi amigo Gregorio. Su impulso y motivación es la brújula que está guiando mi sueño. Le estoy eternamente agradecida por su constante aliento en este proceso.
Dijo Pablo Picasso “la inspiración existe pero tiene que encontrarte trabajando”. Para mí, encontrar esa chispa en la nada es prácticamente imposible porque de corazón les digo que no me desenvuelvo en este ámbito.
Sin embargo, sé que cuando estamos en el camino la vida tiene una forma mágica de colocar frente a nosotros lo que necesitamos. Puede ser una simple frase que le haga reflexionar, un comentario que resuena en su interior o, en mi caso, algo tan inesperado como conocer al dueño de Fújur, un chico que parece desenvolverse de manera brillante en el mundo de la informática y a pesar de no conocerme, me aconsejó sobre la creación de un blog; a mí que no sabía qué es un blog, ni para qué sirve. Y aquí estoy dando el primer paso en esta nueva aventura.
Si como yo, tiene un sueño en su corazón y cree en él, no se quede mano sobre mano, sin jugar es imposible ganar, que su deseo de triunfar sea más grande que el miedo a fracasar. No se concentre en los riesgos sino en los resultados aunque a veces sea una injusticia juzgar las cosas solo por el final. Todos hemos aprendido a andar cayendo una y otra vez.
Para ver nuevos horizontes hay que tener el coraje de perder de vista la costa.
Sorprendente tu actitud, enfrentándote a este mundo, a estas nuevas tecnologías que no se habían cruzado en tu camino hasta ahora.
ResponderEliminarNormalmente la gente no se aventura fuera de su zona habitual, una vez está formada y rodada en su mundo. Salir de tu mundo y meterte en otro, para sentirte como pez fuera de agua, es algo de lo que la mayoría de gente huye. Argumentan cosas como: yo ya no tengo edad, esto es para gente más joven, etc...
Ver como alguien se plantea un reto, y pese a las dificultades, toma la decisión de seguir adelante, tiene efecto motivador, ejemplarizante, algo extremadamente positivo porque es con esa actitud con la que mueve el mundo, con la que se avanza y se prospera.
No puedo hacer otra cosa que quitarme el sombrero ante personas así y ofrecer toda la ayuda que pueda. Cuando veo a alguien asumiendo un reto, desafiándose a si mismo, persiguiendo un objetivo noble y con una gran determinación por hacerlo, pese a las dificultades, siento su empuje, me llega, me mueve y me motiva a ayudar a conseguir su objetivo.
Te deseo lo mejor en tus nuevos proyectos y dispones de mi ayuda para lo que pueda ser útil.
No te rindas nunca.