Pequeños pensamientos, grandes cambios.
En la entrada anterior hablábamos de cómo la visualización y la conciencia moldean nuestro mundo: cómo la energía, los pensamientos y la intención influyen en la realidad que vivimos. Quiero mostrarles dos experimentos fascinantes que lo ilustran de manera sorprendente. El primero es de Masaru Emoto, en su estudio Los mensajes del agua observó cómo el agua reacciona a nuestras emociones, palabras y música. Colocaba gotas de agua en distintos frascos, las exponía a diferentes palabras o melodías, las congelaba y luego las observaba al microscopio. Lo que descubrió fue asombroso: las palabras y emociones positivas producían cristales armoniosos y bellos, mientras que las negativas generaban formas caóticas y distorsionadas, aunque estos hallazgos han sido objeto de debate en la comunidad científica. Le dije a mi sobrina: —Nuestro cuerpo es casi un 70% agua. Al igual que cuando riegas una planta con amor crece mejor que otra a la que insultas, los pensamientos y emociones afect...