El viaje es hacia adentro.
Un día tan excepcional como el 24-8-24 es perfecto para confesarles que hace tiempo que no escribo en mi blog, ni he estado pendiente del ordenador. La razón es simple: poco motivada. Cuando no me siento bien, además de que se nota, me resulta imposible escribir, crear o conectar con mi esencia. Es como si algo se desconectara dentro de mí. Por eso, mi querido amigo Joaquín me propuso que nos viésemos. Me llevó a un lugar mágico que pocos conocen, y quizás sea mejor así, porque cuando el ser humano llega a un sitio, suele estropearlo. Un paraje espectacular, donde el agua, durante millones de años, ha moldeado la tierra, creando formas increíbles. Se siente una energía única en ese paisaje lunar. Fue reparador para mi estar en la mejor de las compañías y es que Joaquín de la Sahara es una persona que me hace recobrar el sentido de la vida, él tiene luz propia y no es de hacer sombra a nadie sino todo lo contrario, sabe sacar la luz que cada uno lleva dentro. De él he aprendi...